Silves

A 1 km. de la actual ciudad se sitúa el Cerro da Rocha Branca que, según los trabajos arqueológicos que en él se han efectuado, estuvo ocupado desde la Edad del Hierro hasta la época islámica. Se trataría de un puesto comercial de probable fundación fenicio-púnica, que mantuvo un carácter portuario a lo largo de las épocas romana e islámica, siendo por tanto el asentamiento más antiguo de la región, con un cierto carácter urbano. En el actual estado de la investigación histórico-arqueológica, no se comprueba que el cerro en el que se sitúa la actual ciudad de Silves haya tenido ocupación anterior a los siglos VII-VIII, lo cual lleva a concluir que es de fundación islámica.

Ya en el siglo X hay referencias a su castillo, y es también durante el califato de Córdoba cuando la ciudad se convierte en capital de la provincia de Ocsonoba, hasta entonces liderada por la ciudad de Faro. Su rápido desarrollo se corresponde con su prosperidad económica, que no puede ser disociada de la importancia de la construcción naval y de la dinámica de su puerto comercial. La ciudad alcanza su apogeo durante la fase de autonomía como reino taifa (1131-1068), que perdura durante el largo período en que integra en el Reino abbadí de Sevilla, con al-Mutamid como gobernador y figura fundamental de su historia. La fascinación que el rey poeta tenía por la ciudad de Silves y sus habitantes era tan grande que la retrata de una forma apasionada en su amplia obra poética.